Clásico y más de medio ascenso para La Plata

El festejo del final dejaba ver que además del clásico La Plata se había quedado con algo más en la casa de Los Tilos. Es que el 15-9 lo dejó en la antesala del primer ascenso al Top 12. Falta una fecha y los dos tienen la misma cantidad de puntos en la Primera A. La diferencia es que los canarios lograron mejor diferencia en los partidos entre sí, al sacar seis puntos en barrio Obrero luego de la derrota por dos puntos en Gonnet de la primera ronda. Sí, por este mínimo detalle está más cerca de conseguir el objetivo planteado a principios de año. En la última fecha recibirá a Pueyrredón mientras que Los Tilos visitará a Hurling. Los dos ya no pelean por nada porque mantuvieron la categoría. Como se dice, salvo una catástrofe los dos deberían ganar con punto bonus y por eso esa pequeña ventaja lo deja al de Gonnet a un paso y medio del ascenso.

Esa ínfima diferencia fue la que se vio en la cancha de 21 y 522. La visita fue un poco más porque supo jugar el partido con suma inteligencia. Ahogó todos los canales de ataque de su rival en la tercera línea, no dejó nunca jugar a sus backs y se equivocó menos. Desde la defensa construyó un triunfo merecido que lo fue haciendo valer conforme pasaban los minutos. Ya a los 15 minutos del segundo tiempo la sensación en el ambiente era que La Plata estaba mejor y mejor predispuesto para quedarse con la victoria.

No fue un partido vistoso. No lo iba a ser bajo ningún punto de vista. Difícil que un equipo lograra una superioridad sobre el otro. Por un lado porque era un clásico pero básicamente porque son dos equipos que tienen más virtudes que defectos y se iban a neutralizar. Los pronósticos se cumplieron al pie de la letra y por eso el partido siempre estuvo cabeza a cabeza. Es más, en los últimos minutos el Verde intentó abrir la cancha para llegar al try que no le iba a alcanzar (sin la conversión) para dar vuelta el clásico pero hubiese sido una derrota con sabor dulce porque perder por un punto le hubiese significado una mejor perspectiva para la última fecha. Así se jugó el partido con mucha concentración, entrega y con la calculadora al lado de la cancha.

Pero no pudo Los Tilos jamás romper la línea de ventaja. La Plata defendió mucho y muy bien. A veces rozando el off side, porque un jugador local nunca tuvo más de uno o dos segundos para decidir y buscar el mejor camino. Fue una muralla amarilla que no encontró una sola filtración. Salvo en el arranque del partido, cuando Mateo Fernández consiguió acertar el primer penal para poner al local arriba, nunca más pudo continuar ese escenario en el partido.

Gran partido de la segunda línea de La Plata. Muy buena obtención en el line out y sincronizado empuje en el scrum. En las formaciones hizo valer su superioridad para empezar a ganar un partido chivo, difícil.

En el primer tiempo supo capitalizar las pocas veces que logró jugar en campo rival. Las tres infracciones que derivaron en penales fueron acertadas por Santino Di Lucca. Es verdad que todas ellas desde posiciones factibles, pero muy bien el apertura para poner arriba a su equipo en un campo donde prevaleció el amarillo.

Fue incansable la defensa visitante. que en ese primer tiempo se fue al descanso con un parcial de 9 a 6, con los res penales de di Lucca y dos del wing local Mateo Fernández Armendáriz.

La diferencia entre ambos equipos fue mínima. La Plata mostró mejor defensa y eficacia

El segundo tiempo fue más feo desde lo estético pero más a favor de La Plata, que siguió imponiendo sus condiciones y estiró con otros dos penales la diferencia. Supo aprovechar las pocas pelotas para jugar con el pie (gran partido de Di Lucca, Federico Sica en el fondo y luego cuando ingresó Tomás Suárez Folch. Experiencia y juventud se dieron la mano para que ganase el mejor, que tal vez no haya sido el mejor en todo el año, pero que apareció en los momentos justos para sacar esa pequeña diferencia que lo dejó en la sala de prembarque del Top 12.

A Los Tilos le faltó claridad y cometer menos errores en el manejo. Pocas veces pudo disponer de pelota y espacio como para jugar. Pero cuando tuvo esa posibilidad falló en pases, en patadas o se le cayó la pelota, siempre por la marca de un rival que supo a qué jugar. La cabeza le empezó a jugar en contra a Tilos, que no entendía cómo la defensa rival estaba tan cerca todo el tiempo.

La Plata jugó 80 minutos ciento por ciento concentrado. Cometió pocos penales y cuando lo tuvo que hacer fue lejos de las haches. Pudo llegar al try en el segundo tiempo pero prefirió acertar con el pie. Ganó y fue justo, pero está claro que para mantenerse en el Top 12 necesitará de una mejora colectiva notoria. Ayer le alcanzó para ganar y lo más probable para ascender, pero tendrá que tener otro vuelo para el año que viene. A Los Tilos no se le terminó el sueño: todavía están los playoffs y no debe caerse desde lo anímico porque en el juego le sobra para superar semifinal y final.

Un párrafo aparte para los hinchas. Más de 5 mil personas, tal vez más, que convivieron en una tarde de sol de la mejor manera. Juntos de un lado y otro, sin cordones policiales ni seguridad privada. Unos festejaron y los otros se fueron con la bronca de la derrota. No hubo nada para lamentar cuando hoy en día vemos en la calle la intolerancia y la falta de respeto. Un partido de rugby que tuvo a un ganador y a otro derrotado. Nada más. Aplausos para todos los presentes.

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